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25 de febrero de 2012

La Sonata Kreutzer. León Tolstoi




Una pequeña joya a precio de risa
Pequeña por sus 125 páginas leídas de un tirón que me han dejado sin palabras y desconcertada. Supongo que se debe a la maestría de León Tolstoi relatando una historia de celos y pasiones desatadas.  Y el precio de risa, pues eso, tan sólo 0,60€.
Cada domingo en los alrededores del famoso Mercat de Sant Antoni de Barcelona, se pone un encantador mercado de libros de segunda mano. Algunos puestos están llenos de  novelas actuales bien ordenaditas, pero donde realmente se pueden encontrar joyas es en los puestos más desorganizados. Montones y montones de libros, muchos sin sustancia, pero removiendo arriba y abajo…. encontré esta edición de “La Sonata a Kreutzer” de ediciones Guadarrama de 1979. Una gran oportunidad de conocer el mundo de Tolstoi. Nada más abrir el libro descubrí que la foto de la portada se corresponde con una ilustración  de la edición de 1920 de la Casa Editorial Maucci, fundada en Barcelona en el año 1892.

Como es habitual, no pretendo realizar un análisis del estilo del escritor ni tampoco un resumen sobre el argumento del libro. Os recuerdo que mi intención es explicar mis sensaciones a la hora de descubrir el mundo de la literatura.

El escenario de arranque nos recuerda el inicio de Viaje en Autobús. Se sitúa en  un vagón de tren, un grupo de viajeros conversan sobre costumbres y tradiciones de Rusia. El protagonista (otro viajero) se suma a la charla introduciendo el tema del divorcio, la función de la mujer en el matrimonio y los celos.  Este diálogo entre los pasajeros del tren se prolonga durante los dos primeros capítulos como mera justificación para el resto de la obra que casi es un monólogo en el que el protagonista explica como pudo llegar a asesinar a su mujer. El autor consigue atraparte y hacer que por momentos entres en la mente de este maltratador e incluso se pueden llegar a compartir ciertas afirmaciones.
“La esclavitud de la mujer consiste tan sólo en que los hombres consideran que está bien utilizarla como instrumento de placer. La emancipan y le conceden derechos iguales a los del hombre, pero siguen viendo en ella un instrumento de placer. La mujer es una esclava humillada y pervertida, y el hombre un propietario depravado.”
“Sería posible una modificación si los hombres cambiaran sus ideas acerca de las mujeres, y estas a su vez se considerasen de otra manera”.
Reconozco que me sentía muy atraída en descubrir qué protagonismo tendría la famosa sonata de Beethoven (1802) dentro de estas páginas. Y hasta casi el final del libro no aparece citada,  aunque parece que el espíritu nos golpea desde el principio.

La estructura del libro se puede parecer al del primer movimiento. De hecho es el que llama la atención al protagonista o al mismo autor.
“- Tocaron la Sonata a Kreutzer, de Beethoven. ¿Conoce el primer tiempo, el presto?. ¡Oh…! Esa sonata es terrible. Precisamente ese tiempo. Ejerce una gran influencia (me refiero a mí mismo), pero no eleva el alma en modo alguno. No hace que el alma se eleve ni  descienda, sino que la irrita. La música me obliga a olvidar mi existencia, mi situación real; me transforma.”
“ Después del presto, tocaron el bello andante (no tiene nada de particular y sus variaciones son bastante vulgares) y, por último, el final, que es muy flojo.”
Esta obsesión por el presto de la Sonata se refleja incluso en la estructura del relato:




Los primeros compases del movimiento son  adagio y  enlaza con el presto a través de un motivo en el piano que queda suspendido,… como una pregunta.
Este motivo (se puede escuchar sobre el minuto 1:43, según las versiones), parece ligar perfectamente con la frase de inicio del tercer capítulo. Como si de esta manera comenzara Tolstoi su propio presto.

Poco a poco, in crescendo, la calma del viaje nos conduce a la vorágine del asesinato.




Finalmente, qué mejor manera que meternos en el mundo de Tolstoi que escuchando la música que le inspiró. En este caso, me ha parecido interesante dejar los enlaces de tres versiones muy  diferentes.
Juzgad vosotros mismos…







6 comentarios:

  1. Me ha gustado la interpretación del libro, ya que en su día , cuando yo lo leí , precisamente me impresionó como consigue el escritor que te metas en la mente del protagonista . Y el poder escuchar las sonatas me parece el broche de oro.
    Estoy de acuerdo en que hay libros que con pocas páginas son joyas.

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  2. Muy interesante el que hayas relacionado el texto de Tolstoi con la Sonata. Tolstoi, como sabrás, era hipersensible a la música. Una espléndida idea. Enhorabuena. Y también te felicito por haber encontrado esta joya literaria en una edición tan especial.

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  3. Desde luego que tanto peor para la crítica, que actualmente no se ocuparía de estas cuestiones. La verdad que no sé de estructuras musicales, y me guío más por el oído de una bella gramática. Me ha gustado tu entrada. Tienes un nuevo lector.

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    1. Muchas gracias Javier. Aún estoy organizando y diseñando el blog, y no se si has podido acceder a las otras entradas que tengo...
      un saludo!

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