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28 de enero de 2012

Viaje en autobús. Josep Pla

"Uno, pues, de tarde en tarde, viaja por el país.” 
 Con estas palabras comienza Josep Pla su libro o mejor dicho, su cuaderno de viajes.

Toda una declaración de intenciones en la que el lector intuye desde el primer momento las dos características de este interesante recorrido; calma y observación. No es una historia con un hilo argumental. Es un capítulo seguido de otro en los que el escritor narra escenas de sus diversas travesías. Como si fuera un álbum de fotos. Es un fantástico libro para leer un fin de semana lluvioso, como éste… para “olisquear” todos los aromas que se describen en el libro.


Todo huele, se ve y se saborea. Desde los paisajes más cotidianos….


“El aire pasa por los pinos y produce una sonoridad grave, como un susurro voluptuoso. Los algarrobos de hoja pastosa, tocados por el sol, concentran bajo su copa una clara luminosidad dorada. Las hierbas secas huelen
intensamente”

...hasta los desayunos de rentista….
“En una mesa descubrí unos salmonetes vivos, grandes, de escama dura, de carne apretada , envueltos en una hoja de col perlada de gotas de rocío. Mi criada me preparó el desayuno. Los salmonetes a la parrilla, con aceite y vinagre. Luego de postre, unas pasas. Y como cada día: café, copa y puro.”



  Pasando por los infinitos colores del fuego..
“Los troncos de pino dan una llama rojiza; los sarmientos un chisporroteo entre rosado y verde; la leña de haya, un resplandor amarillento, el roble y la encina, un destello blanco, continuado….”
…incluso se  llega a salivar….
“Y un cielo alto, grande, de azul claro, lavado, por el que se mueven, dulce y lentamente, unas nubecillas de nata exquisita."
He de reconocer que las descripciones me maravillan, pero resultan empalagosas cuando se prolongan durante páginas y más páginas. Así ocurre con los pájaros, el viento garbí, las setas e incluso los caracoles, protagonistas, todos, en exclusiva de capítulos de este viaje. Demasiado!!

Otro punto fuerte de  Pla es la ironía. Muy bien intercalada, justo en momentos de calma, en los que no pasa nada…
“Las orquestas en invierno - contesta uno de ellos – en todas partes son malas. Los músicos soplan poco. Tienen miedo a resfriarse. Las orquestas son como las sandías: cosas del verano…”
… consigue que la cara cambie el gesto con una ligera sonrisa.
“Su marido es muy joven y sin duda, sus sueños son opalescentes y románticos….- ¿Qué quiere decir opalescentes?  Sin duda será una de esas palabras de camelo que se traen ustedes los literatos.- En efecto. Es una palabra muy literaria. Pero me parece que son ustedes ya lo suficientemente ricos para permitirla a la hora del café.”
 A lo largo del recorrido se citan diversos personajes ilustres: el doctor Turró, el maestro Amadeo Vives, maestro Garreta, Pep Ventura y, Sorpresa!!! La clavecinista Wanda Landowska.
“… la melodía del Cant dels Ocells, que en opinión de W. Landowska es la melodía más grande que existe.

Por último, como no, momento para la reflexión. Parece mentira que un libro escrito en 1942 nos deje tantos párrafos que podrían escribirse hoy en día. Capítulos como: El bachillerato de los chicos, Consideraciones actualísimas y Epílogo, perplejidad, los considero altamente recomendables.  No quiero avanzar nada de su contenido…. Leedlo !!!

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu blog! No pares!

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  2. .
    Gracias por tu visita a mi blog con motivo de este libro y su reseña.
    Me alegra mucho que coincidamos en su recomendación.
    :-)

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